A pocos días del cierre de la gestión 2024–2025, el Colegio de Contadores Públicos de La Libertad (CCPLL) enfrenta un serio cuestionamiento institucional debido a un aparente silencio del decano Wilfredo Tejada Arbulú y del gerente Hugo Ventura Nomberto frente a reiteradas cartas notariales que exigen transparencia, rendición de cuentas y una correcta transferencia de gestión.
Según se detalla, el Comité de Transferencia 2025–2026, presidido por el C.P.C. Guillermo Pesantes Luna, ha advertido una preocupante demora en la inscripción del nuevo Consejo Directivo ante SUNARP, encabezado por el decano electo Miguel Arancibia Cueva. Esta dilación genera incertidumbre sobre la validez de los actos administrativos y podría derivar en responsabilidades administrativas e incluso penales.
Las comunicaciones notariales también alertan sobre una aparente falta de información relacionada con el Seguro Mutual por Defunción, el manejo del Fondo Mortuorio, auditorías pendientes, activos institucionales y pagos a consultores externos. Pese a la gravedad de los requerimientos y al sustento legal expuesto, no se registraría respuesta formal por parte de la actual administración.
Uno de los puntos más sensibles es la aplicación de un presunto criterio de prescripción reducido para limitar beneficios del Fondo Mutual, lo que, según el Comité de Transferencia, vulneraría derechos de los colegiados al contravenir el plazo general establecido en el Código Civil. A ello se suma la exigencia de asegurar el cierre íntegro de pasivos y planillas antes del 31 de diciembre.
El caso ha encendido el malestar entre colegiados y el Consejo Directivo electo, exponiendo al CCPLL a un riesgo reputacional significativo. De persistir el silencio, se anuncian auditorías especiales y posibles acciones administrativas y legales, en un escenario que ya es visto como un serio cuestionamiento a la gobernanza y transparencia de un colegio profesional clave en la región.
