Traficantes de explosivos usados para minería ilegal crean nuevas rutas para burlar a la policía

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La astucia de los traficantes de explosivos y químicos no tiene freno. Estas mafias no solo utilizan fachadas de humildes viviendas o ancianos para ocultar toneladas de explosivos e insumos químicos de alta peligrosidad, también han trazado nuevas rutas para trasladar la ilícita mercadería a las zonas donde proliferan operaciones mineras ilegales en el interior de la sierra de La Libertad.

Según advirtió la PNP, los traficantes aprovechan los nuevos accesos para burlar los controles policiales ubicados en el trayecto de las carreteras de la sierra liberteña. Los explosivos llegan a su destino para aumentar el número de socavones, así como la exploración y extracción ilegal del material aurífero sin cumplir los protocolos de seguridad y sin tener autorización. 

Es en el cerro El Toro, en la provincia de Sánchez Carrión, donde llega gran parte de esta mercadería ilícita. Agentes policiales han sido alertados del  incremento de transportes de carga en el caserío de Shiracmaca, una de las zonas que se ha convertido en  refugio de estas organizaciones para ocultar explosivos como cartuchos de dinamita,  fulminantes,  así como químicos por pedido de los mineros ilegales.

Los efectivos policiales llegaron hasta Shiracmaca para iniciar una serie de inspecciones tras ser alertados que en dos viviendas, aparentemente humildes, se habían almacenado seis mil cartuchos de dinamita e igual cantidad de fulminantes para utilizarse en las exploraciones y pozas de procesamiento ilegal  de mineral.  Sin embargo, al llegar la   mercadería ya había sido transportada a otro lugar.  

Advirtieron que ante la inminente interdicción que se realizará en el Cerro El Toro y el cierre de varias operaciones ilegales que contaminan por el uso indiscriminado de cianuro, los delincuentes identificados con el tráfico de armas y de explosivos aumentaron su presencia en la zona. Y también sus constantes visitas al caserío.

En abril, una intervención policial conjunta con el Ejército, puso al descubierto que estas mafias utilizaban a dos ancianos para ocultar dos toneladas de  explosivos e insumos químicos  de alta peligrosidad, convirtiendo el caserío en una bomba de tiempo.

La Policía  aseguró que se reforzarán los puestos de control por el evidente aumento de dinamita e insumos químicos al interior del ande liberteño. “Esta combinación es letal. Un mal manejo de ambos, en zonas como los caseríos, traería consecuencias nefastas porque son almacenadas en casas donde juegan niños en los alrededores y transitan pobladores. Estas casas, usualmente, son confiadas a personas ancianas quienes al verse sorprendidos argumentan no saber absolutamente nada. Incluso utilizan sordomudos para que estos no delaten a los mineros ilegales”, advirtió la PNP.

Por otro lado, las pozas de cianuro exponen a los pobladores y las detonaciones causan lesiones irreparables a las personas, sin considerar el envenenamiento que producirían los gases emanados del mercurio. La población pide la intervención de las autoridades para frenar a estas mafias.