Cientos de trujillanos participaron en «La Hora del Planeta»

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Tras superar restricciones por la pandemia de la Covid-19 y, luego de 3 años, la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), a través del Segat, desarrolló “La Hora del Planeta” el último sábado, a fin de lograr que los trujillanos reflexionen sobre sus acciones que perjudican el medio ambiente por medio del uso de energía eléctrica. Desde las 6:00 p.m., cientos de trujillanos se sumaron al pasacalle y concentración en la Plaza Mayor de la ciudad.

Bajo el lema: «apaga la luz, salva el planeta», trabajadores del Segat y delegados de la Gerencia de Desarrollo Económico Local de la MPT, junto a representantes de la UNT y UCV; se emprendió un festivo y acogedor pasacalle, que inició en Plazuela las Letras (primera cuadra jr. Gamarra).

El desplazamiento abarcó los jirones Gamarra, Pizarro, Colón, España, Orbegoso y culminó en la Plaza de Armas. En el trayecto, un grupo de Subgerencia de Calidad Ambiental y Proyectos instó a la ciudadanía a participar de esta acción.

Al llegar al punto final del recorrido, un creativo diseño luminario, en el frontis de la MPT, elaborado con velas y plantas, que resalta el nombre del Segat, entidad gestora y responsable de este importante cambio con el tiempo proclamado: 60+. El primer elemento, motiva a apagar la luz y desconectar los artefactos; el segundo, como una razón principal para cuidar a nuestra fuente de vida.

En un acto simbólico, que contó con presencia del alcalde provincial José Ruiz Vega, agrupaciones referidas y asistentes en general, se procedió a presionar el interruptor de un peculiar y llamativo foco, con diversas potencias reguladas, dentro de un módulo facilitado por la Gerencia Regional de Energía, Minas e Hidrocarburos. Mientras tanto, la Plaza Mayor descansaba en la oscuridad.

Dentro de ese lapso, hubo un momento para la distracción entre los reunidos, mediante juegos a base de soga, sketch de boliche y ocasiones de humor.

Al culminar, se activó el sistema de iluminación y, con ello, un fuerte mensaje reflexivo en cada uno. Se obsequió una especie ornamental, cuyo nombre es ‘Marigold’, con el afán de inculcar un compromiso con la naturaleza, como fuente de vida.