Hace algunos días el polémico alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, anunció que se había iniciado la ejecución de 10 obras en la ciudad, las cuales finalizarán en el plazo de una semana.
Este anuncio del burgomaestre trujillano ya se hace notar, puesto que la Municipalidad Provincial de Trujillo pintó con colores extravagantes los pilares del baipás de Mansiche, ubicado a unos cuantos metros del Hospital Regional.
De otro lado, las palmeras y los postes de iluminación que se ubican en la Plaza de Armas de Trujillo, también están siendo pintados de color blanco.
Es de señalar, que el pintado de la fachada de la MPT ya culminó, a pesar que la Dirección Desconcertada de Cultura de La Libertad (DDC-LL) exhortará al alcalde Fernández que paralice el pintado del Palacio Municipal por infringir las normas, sin embargo, hizo caso omiso y continuó con su obra emblemática.
Parece que la gestión de Arturo Fernández le da mayor importancia a este tipo de proyectos y se olvida de cumplir con su promesa que hizo en campaña, el de parchar los huecos de las pistas, discurso con el cual se ganó el respaldo de los transportistas, quienes ahora se arrepienten de haber creído en el autodenominado ‘El Loco de Moche’.
Foto de portada: Trujillo es bacán