El consorcio liderado por la empresa Backus presentó los avances de los estudios técnicos para la solución definitiva, para contener los desbordes de la quebrada de San Ildefonso en Trujillo.
En la reunión técnica con autoridades de la región La Libertad y el director de la Autoridad Nacional para la Reconstrucción con Cambios (ARCC), los consultores contratados por el consorcio empresarial presentaron tres propuestas para la solución integral de la mencionada quebrada.
Tras los estudios de flujo de agua y características del terreno y la pendiente, los técnicos proponen la construcción de 33 diques ranurados en el cauce, este componente será obligatorio la propuesta “A”, que implica la canalización de la quebrada desde la parte alta hasta el distrito de Victor Larco, atravesando la ciudad de Trujillo.
La propuesta “B” implica la conducción del agua de la quebrada a través de un canal abierto hasta el río Moche. Sin embargo, está propuesta tiene como principal problema que la estructura podría verse afectada por la descarga de agua en la quebrada San Carlos, poniendo en riesgo a la población del distrito de Laredo.
El plan “C”, considerado el más viable por los especialistas, autoridades y el propio jefe de la ARCC, implica la construcción de los diques y la canalización subterránea del agua y el desfogue en el río Moche.
Esta alternativa demandará la inversión aproximada de 100 millones de soles y constará de los 33 diques, una estructura de captación, un canal de concreto de 12 kilómetros y una estructura de descarga.
La ventaja de esta obra es que su costo, el tiempo de ejecución y el riesgo para la población es menor de lo que significaría canalizar la quebrada de San Ildefonso desde su inicio hasta el sector de Buenos Aires o la canalización abierta desde la misma quebrada hasta el río Moche.
«La que es más rentable desde le punto de vista del costo – beneficio, es la alternativa «C», que suman un conjunto de diques disipadores en la parte alta de la quebrada, que por el momento suman 33, por supuesto ese número puede subir o bajar de acuerdo a los estudios de ingeniería al detalle y luego transportada subterraneamente por Laredo hasta el río Moche», sostuvo Edgar Quispe, jefe de la ARCC.
La propuestas “A” y “B” tuvieron menos respaldo entre las autoridades de las zonas afectadas por los 7 huaicos que descendieron de la quebrada.
«Debo recalcar que esta no es una solución que se pueda dar de un día para otro, hay trabajos técnicos, bastante complejos que se están realizando», agregó Luis Valdez, gobernador de La Libertad.
El consorcio Backus continuará con los estudios técnicos, para luego elaborar el expediente de la obra y obtener la viabilidad del proyecto. Luego de esto, se convocará al proceso para la ejecución de la obra lo que podría darse en junio del 2019, teniendo en cuenta que la construcción demorará un año, la solución integral estará concluida en junio del 2020.