En el libro Historia del Tahuantinsuyo, la investigadora María Rostworowski, narra que la famosa huaca de Catequil fue destruida por el inca Atahualpa.
El hermano de Huáscar iba hacia el sur, proveniente de Quito y de Huamachuco envió a dos emisarios a consultar al famoso oráculo sobre su futuro, una respuesta negativa generó la ira del heredero inca, quien se dirigió a la huaca y la destruyó.
“El oráculo respondió que el Inca tendría mal fin. Furioso, Atahualpa marchó hacia el lugar donde se hallaba la huaca llevando una alabarda de oro en la mano. A su encuentro salió un viejo sacerdote de más de cien años, vestido con una larga túnica que le llegaba a los pies, toda recubierta de conchas del mar; sabiendo Atahualpa que era él quien le había vaticinado tal destino, le asestó un rudo golpe en la cabeza que le destrozó el cráneo. Luego Ordeno allanar el templo y quemarlo”, detalló en su texto la reconocida historiadora.
En ese momento de la guerra civil con su hermano Huáscar, Atahualpa iba ganando varias batallas y el balance de la contienda se inclinaba a su favor.
La huaca de Catequil, según la información arqueológica, está ubicada a los pies del Cerro Icchal, en San José de Porcón , en la actual provincia de Santiago de Chuco pero que en la antigüedad formaba parte del territorio de los huamachucos.
La información planteada por Rostworoswki fue recogida el cronista español Sarmiento de Gamboa en 1572.