Alguien, quizá un hermano, primo o amigo, debe detener a Juan Sheput para evitar su completo suicidio político. Cada opinión que vierte en sus redes sociales, dónde culpa al gobierno de formar parte de una conspiración de la izquierda latinoamerica resulta ser un instrumento de autolesión.
A los que lo aman o aprecian solo queda decirles: ¡Quitenle el celular, bloqueen sus redes sociales! Salvenlo, antes que sea muy tarde. Aparentemente no ha superado el trauma de un abrupto cierre del Congreso.