En el Perú, el presupuesto en inversión pública pasó de S/ 25,233 millones, en 2008, a S/ 63,112 millones, en 2022. Sin embargo, el país aún enfrenta un gran reto para cerrar las brechas de acceso a servicios básicos de calidad, además, según información de la Contraloría General de la República (CGR), al cierre de junio, en el país había 2,346 obras paralizadas, las cuales suman un total de S/ 29,732 millones.
Según nivel de Gobierno, los locales tienen 1,704 obras paralizadas, con un valor total de S/ 6,983 millones; seguidos por el Gobierno nacional (368 obras; S/ 9,893 millones) y los regionales (274 obras; S/ 12,854 millones). Cabe destacar que estos últimos concentran el mayor monto en valor de inversiones respecto de los otros.
A nivel desagregado, los departamentos con mayor número de obras paralizadas son Cusco (412 obras), Puno (266) y Lima (157). Por otro lado, al comparar según montos de inversión de las obras paralizadas, La Libertad lidera la lista, con un total de S/ 4,684 millones; seguida por Arequipa (S/ 3,111 millones) y Cusco (S/ 2,782 millones).
Entre las principales razones que explicarían las paralizaciones, según la CGR, están la falta de recursos financieros, el incumplimiento de contratos, los eventos climáticos y las discrepancias, controversias y arbitrajes. No obstante, la falta de liquidez es una razón cuestionable si se consideran los ratios de ejecución presupuestal en los distintos niveles de Gobierno.
En los últimos años, en promedio, se ha dejado de ejecutar un tercio de los recursos destinados para proyectos de inversión pública (alrededor de S/ 17,000 millones). Al primer semestre del año, por ejemplo, los Gobiernos locales y regionales habían ejecutado apenas el 28% y el 24% de su presupuesto para ese fin.
Para enfrentar este problema, el Consejo Privado de Competitividad recomienda la creación de una entidad especializada para la ejecución de obras a nivel regional con una visión colaborativa entre el Estado y el sector privado.
Fuente: ComexPerú