En el marco de una crisis política – económica que afronta el Perú, el panorama económico comienza a mostrarse cada vez más sombrío. Ahora no se trata de un menor crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para este y el próximo año, sino que ahora el Perú está al borde de perder el grado de inversión.
La agencia Fitch Ratings revisó la perspectiva del país de “estable” a “negativa”, y esto eleva los riesgos de perder su calificación “BBB”. Esta situación es causa del deterioro de la situación política y de la poca eficacia del gobierno.
“La gobernanza más débil representa mayores riesgos para la inversión y el crecimiento económico”, explicó la calificadora, la cual menciona la alta rotación del gabinete y los dos intentos fallidos de juicio político que ocasional un tumulto político.
“Múltiples investigaciones de corrupción que involucran directamente al presidente o afiliados cercanos, así como la frecuente rotación de cargos ministeriales, han socavado la eficacia del gobierno”, agregó.
De acuerdo a la citada agencia, la inestabilidad política impacta en las perspectivas de crecimiento, por lo que para 2023 y 2024 se estima un avance de solo 2% en promedio. Otro punto al que hizo referencia son los conflictos sociales que han interrumpido la producción minera y la confianza empresarial que “está apagada”.