A inicios de abril, el pleno del Congreso de la República aprobó la iniciativa legislativa que pretende nuevamente que el bachillerato universitario sea automático, como era antes de la reforma universitaria que se realizó en el 2014.
Tras la aprobación, el Parlamento envió la autógrafa de la ley al Poder Ejecutivo para su promulgación y publicación, pero eso no sucedió. Por el contrario, la presidenta Dina Boluarte observó la medida y con ello la iniciativa retornó a manos del Congreso, que deberá definir si insiste, modifica o archiva la iniciativa que fue aprobada con 100 votos en el pleno.
Esto se da, debido a que se considera que eliminar el requisito de aprobar un trabajo de investigación para alcanzar el grado de bachiller va en contra de los fines establecidos en el artículo 18 de la Constitución Política del Perú respecto del cumplimiento de los fines la educación universitaria.
Dicho artículo desarrolla los fines de dicha etapa educativa, y señala como tales a la “formación profesional, la difusión cultural, la creación intelectual y artística, y la investigación científica y tecnológica”.
El Poder Ejecutivo afirma que la investigación se convierte en pieza fundamental para la prestación del servicio de educación universitaria, lo cual se refuerza cuando la Carta Magna dispone que uno de fines de dicho servicio es la investigación científica y tecnológica.