En la intersección de los jirones Gamarra y Bolívar se ha instalado, sin ningún estudio técnico, un contenedor de basura que fue repartido por el alcalde de Trujillo, Arturo Fernández, a decenas de ciudadanos, que para ser beneficiarios sólo presentaron su documento de identidad. Como se ve en la imagen de la portada de esta nota, ese punto que antes no tenía acumulación de basura amaneció con un colchón que fue arrojado al costado.
Los propietarios de los negocios cercanos se comunicaron con este medio y mostraron su preocupación por la posibilidad de que la zona se convierta en un foco infeccioso, que malogre el ornato, ponga en riesgo la salud de la población y tenga un impacto negativo en sus ventas.
La distribución de contenedores se ha realizado de manera improvisada, así lo ha señalado el propio gerente del Servicio de Gestión Ambiental, Joel Díaz, quien señaló al diario Correo, que no hubo coordinación con el área técnica para ubicar los recipientes.
Además, el funcionario, que sigue en el cargo desde la gestión de José Ruiz, señaló que las compactadoras no cuentan con ganchos para levantar esos contenedores.
«Eso podría tardar al menos 15 días. Por ahora el trabajo de recojo se tendrá que hacer a pulso», sostuvo el titular del Segat, que aún no puede dejar el cargo porque la nueva gestión aún no puede designar a su reemplazante.