Mineros ilegales intentan invadir vivero forestal del Gobierno Regional

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Los mineros ilegales quisieron invadir nuevamente el vivero del caserío de  Coigobamaba, en Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, que por años estuvo en manos de mafias mineras causantes de las muertes de personas inocentes en los socavones, así como de la destrucción del lugar.  

Según denunciaron los pobladores, los delincuentes que responden a las órdenes directas de los conocidos mineros ilegales que operan en el Cerro El Toro, no respetaron las disposiciones estatales e intentaron abrir un socavón en  terrenos de propiedad del Estado amenazando a quienes trataron de reclamar.

Como se recuerda, durante junio del año pasado la Gerencia Regional de Agricultura firmó un convenio con la  empresa minera Summa Gold Corporation para recuperar esta área devastada por los extractores ilegales de oro y destinar los terrenos al uso exclusivo del cultivo. El vivero, que le pertenece al Gobierno Regional, pudo reanudar las actividades agrícolas.  

Sin embargo, ante la ausencia del Estado en la zona y la pobre presencia de la Policía reaparecieron los mineros ilegales en esta área protegida afectando los sembríos  con cianuro y dinamita. Alertados por los pobladores que trabajan sus cultivos en la zona, personal de la empresa minera pudo comprobar nuevamente la existencia de un socavón y de herramientas que son utilizadas para la extracción de mineral. Descubrieron camufladas pozas de cianuro que sirven para procesar material aurífero.

“Muchos vecinos volvieron a las actividades agrícolas para asegurar un ingreso, sobre todo después de la pandemia y de la situación incierta en el país. Pero nada podemos hacer cuando nos amenazan con armas de fuego o cartuchos de dinamita. Hemos visto gente que trabajaba en la planta de Gonzales tratando de meterse al vivero y dispuestos a destruir nuestros sembríos”, dijeron algunas de las comuneras temerosas de las represalias y de la reacción de los mafiosos de Shiracmaca.

A pesar de las advertencias de los vecinos que residen cerca al lugar y del aviso a los efectivos policiales, nadie tuvo la disposición de intervenir. En primer lugar por las amenazas de personas dedicadas al sicariato que aparecieron repentinamente por el lugar y luego por las advertencias violentas que surgen a diario por los cabecillas de las mafias mineras de Shiracmaca.

Ante ello, con apoyo de las autoridades comunales y  personal de Summa Gold Corporation, los lugareños lograron destruir el acceso al socavón. El apoyo de los vecinos permitió acelerar y realizar los trabajos de clausura para el cierre del lugar.  Personal especializado, y debidamente acreditado, ingresó al socavón para retirar los troncos que lo sostenían, retirando cuadro por cuadro, y lograr el derrumbe total. De esta manera se logró la destrucción de un ingreso que ponía en riesgo la vida de los pobladores.  

Los mineros tienen controlada la zona. Nada los frena, pese al escándalo generado por el fiscal provisional de Huamachuco, Ronald Urrutia – el mismo que archivó el caso de los cuatro mineros que fallecieron aplastados en el socavón de Jorge Espejo Moreno por falta de pruebas –  del notorio tráfico de explosivos, la venta indiscriminada de cianuro y la explotación laboral a menores de edad. Delitos que lamentablemente no enfrentan la Policía de Huamachuco ni la Fiscalía.