En la actualidad los niños utilizan herramientas tecnológicas con más agilidad, las cuales le permiten desarrollar un aprendizaje más eficiente y tener una educación a través de diferentes aplicaciones. Sin embargo, el uso excesivo de estos equipos puede llegar a perjudicarlos en su salud de distintas formas.
El Dr. Walter Abanto Vélez, coordinador de la Escuela Profesional de Psicología de la Universidad César Vallejo (UCV), mencionó que el mal uso de la tecnología en los niños, en una etapa de formación, puede crear dependencia y ansiedad infantil, lo que dificulta su relación con los demás y tengan desinterés hacia otras actividades.
“Está demostrado que el uso excesivo del internet altera la atención académica en los niños, quienes muestran poca tolerancia y capacidad de escucha en clase. También sufren conductas disruptivas, ansiedad e incluso estrés. Cuando esto persiste hasta la adolescencia, desarrollan nomofobia (transtorno de ansiedad asociado al miedo de quedarse sin teléfono móvil)” explicó el Dr. Abanto.
El poco control ante el manejo de dispositivos móviles en niños y adolescentes, puede crear diversos problemas a largo plazo:
Nomofobia: Desesperación y frustración de quedarse sin batería, sin datos, lo que puede derivar en ludopatía o depresión.
Phubbing: Una de las principales consecuencias es la falta de atención, bajo rendimiento escolar y dificultad en relaciones sociales.
Vamping: Trastorno que afecta mayormente a adolescentes y teniendo como causa, la somnolencia, cansancio, obesidad, dificultad de aprendizaje.
Ante este problema, el especialista recomienda que el uso de la tecnología sea limitado (en menores de cinco años, no exceder los 30 minutos diarios) y debe ser supervisado por los padres, para que evitar consecuencias negativas en un futuro.
